¿Cuál es la gente normal?
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| Lucas y Chaparrón creación de Roberto Gómez Bolaños |
Dicen que tú y yo estamos locos.....
¿Por qué nos hace reír este comentario entre Lucas y Chaparrón? Porque en realidad a todos nos queda fácil identificarnos con este par de personajes. En muchas ocasiones nos gustaría ser así de libres, tan auténticos como ellos y entonces nos asalta el temor de que nuestro ser auténticos se traduzca en que la gente diría que estamos locos.
Seres sociales
Este miedo a no ser normales nace de nuestra naturaleza social, pues necesitamos pertenecer a un grupo cultural y nos gusta sentirnos vinculados positivamente. Dar y recibir afecto es vital para el ser humano. Sentir rechazo es una amenaza que nos hace sentir mucho malestar. Sin embargo, ¿qué ocurre si para adaptarnos al grupo, negamos nuestro ser?
¿Qué es normal?
En general, normal es sinónimo de aquel individuo que parece ajustarse al modelo que se define como natural, o a la pauta impuesta por aquello que está socialmente aceptado. Así mismo, la normalidad resulta de un valor estadístico que abarca a una mayoría de individuos y la normalidad estaría en aquellos valores se acercan al promedio.
Estas dos aproximaciones ponen en evidencia que la "normalidad" es una medida que falla al aplicarla al ser humano, pues por una parte, las normas sociales varían en el tiempo y por otra parte todos somos personas excepcionales y seres únicos y esto no nos hace merecedores de algún tipo de ajuste estadístico para acercarnos al promedio.
¿En psicología qué es normal?
Se habla de normalidad o anormalidad para determinar si una persona es mentalmente sana y así establecer el tipo de intervención que requiere. Para hacer esta observación, se emplean diversos citerios. Aquí están los básicos:
Se habla de normalidad o anormalidad para determinar si una persona es mentalmente sana y así establecer el tipo de intervención que requiere. Para hacer esta observación, se emplean diversos citerios. Aquí están los básicos:
¿Qué es estar mentalmente sano?
- Adaptarse a la sociedad.
- Tener un sufrimiento controlado.
- Percibir correctamente la realidad.
- Llevar una vida satisfactoria para sí mismo.
- Llevar una vida satisfactoria para los demás.
Etiquetas y clasificaciones
Es cierto que para brindar una atención apropiada a un consultante se deben conocer las diferentes patologías, sin embargo, muchas de las personas que llegan a consulta, tienen problemas cotidianos y malestares que no necesitan de grandes etiquetas.
Las etiquetas no están hechas a la medida de un individuo particular, sino al tamaño de un grupo. Una persona etiquetada bajo el concepto de "depresión" o "ansiedad" puede sentir algún tipo de malestar muy diferente al de cualquier otra persona que esté clasificada en este grupo. Por el contrario, identificarse con su etiqueta puede hacerle sentirse desvalida y limitada, pues, acaso si puede o no hacer algo, ahora que le han incluido en este grupo.
Más allá de las clasificaciones y las etiquetas, en la realidad todos estamos intentando alcanzar los mismos objetivos, todos anhelamos cumplir con los objetivos enunciados en el concepto de mentalmente sano. La vida misma es un proceso, una búsqueda constante. Entre los dos extremos, el de la enfermedad mental y el de la utópica normalidad, hay un largo camino lleno de matices intermedios.
Las etiquetas no están hechas a la medida de un individuo particular, sino al tamaño de un grupo. Una persona etiquetada bajo el concepto de "depresión" o "ansiedad" puede sentir algún tipo de malestar muy diferente al de cualquier otra persona que esté clasificada en este grupo. Por el contrario, identificarse con su etiqueta puede hacerle sentirse desvalida y limitada, pues, acaso si puede o no hacer algo, ahora que le han incluido en este grupo.
Más allá de las clasificaciones y las etiquetas, en la realidad todos estamos intentando alcanzar los mismos objetivos, todos anhelamos cumplir con los objetivos enunciados en el concepto de mentalmente sano. La vida misma es un proceso, una búsqueda constante. Entre los dos extremos, el de la enfermedad mental y el de la utópica normalidad, hay un largo camino lleno de matices intermedios.
La gran mayoría de las personas estamos en este espacio lleno de matices, en el cual es posible llevar una vida normal, es posible encajar en el concepto de salud mental y a la vez es posible preguntarse, si acaso uno es normal, si acaso uno es auténtico. Porque es normal tener malos días, sentir miedo, frustración, vergüenza, desear crecer, sanar nuestras heridas, mejorar, ser más auténticos, ser más felices, tener más satisfacción con la vida, darle mayor sentido a nuestra vida y tener mayor bienestar en nuestras relaciones con los que nos rodean. Porque así como tenemos una voluntad de ser normales para poder pertenecer y poder encajar, también deseamos reconocernos como individuos únicos e irrepetibles, normalmente anormales.
Tenemos derecho a reconocernos como normales, en medio de nuestra anormalidad porque estamos siempre en proceso de ser cada vez más una versión actualizada de nosotros mismos. Avanzamos día a día hacia lo que Carl Jung llama el principio de individuación, que consiste en llegar a ser un individuo, y entendiendo por individualidad nuestra peculiaridad más interna, última e incomparable, llegar a ser unos Mismo.
Tenemos derecho a reconocernos como normales, en medio de nuestra anormalidad porque estamos siempre en proceso de ser cada vez más una versión actualizada de nosotros mismos. Avanzamos día a día hacia lo que Carl Jung llama el principio de individuación, que consiste en llegar a ser un individuo, y entendiendo por individualidad nuestra peculiaridad más interna, última e incomparable, llegar a ser unos Mismo.
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Psicóloga, Logoterapeuta, Especializada en Autobiografía Terapéutica.
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