Amor propio y autocompasión

Autocompasión

El amor propio comienza por la autocompasión. Compasión por nosotros mismos  no es lástima, es simplemente aceptar que somos humanos y ser  humano es también sufrir, fracasar, sentir dolor, enfermar y morir.  Equivocarnos no nos hace menos, simplemente es una muestra de que por lo menos lo hemos  intentado. Es así como el niño aprende a caminar, se cae muchas veces y disfruta de sus fallidos intentos. No se siente derrotado, a pesar de la frustración vuelve a levantarse y sigue luchando. Viendo el error como una oportunidad para crecer. 

Soy voluntaria en la Fundación Doctora Clown, para lo cual recibí un entrenamiento. Mi Clown se llama Edelweiss, una pequeña princesita  de los Alpes con un marcado acento alemán. Ella es  juguetona,  femenina e inocente. Todo esto contrasta con mi personalidad real.

El Clown tiene una historia muy antigua  es un payaso que está emparentado con los juglares, con los mimos, con los saltinbanquis. De todo lo que aprendí sobre ser Clown  para mí, el descubrimiento más valioso, fue la autocompasión: Darse a sí mismo el derecho a equivocarse e incluso celebrar el error.

El Clown es un torpe y se ríe de sus errores. Esto lo libera del juicio del otro y  le permite evitar las inseguridades y las falsedades.  Es justamente desde esta autenticidad que el Clown logra un vínculo con la persona enferma. Un contacto desde lo más humano de cada uno. Entre el enfermo y el clown no hay barreras, no hay uno que es superior y uno que es inferior. Se trata de propiciar  un encuentro entre iguales, un encuentro entre dos seres humanos que desean reír  a pesar de las circunstancias adversas de la vida.

Descubrir que mi personaje del clown, Edelweiss, es tan libre y espontánea ha sido un gran alivio para mí....disfruto mucho su vestimenta tan particular, su  caminar altivo con pequeños brincos,  su capacidad para hacer chistes torpes y para disfrutar de cada pequeño detalle y sobretodo alguien que se equivoca, se perdona e incluso se ríe de  sus errores.

Ahora intento incorporar a mi vida diaria esas características del clown y ser yo misma ese tipo de persona que se perdona, se ama incondicionalmente, se ría de sus equivocaciones  y si lo desea, se reinventa a su gusto.

Soy Mónica Puentes 
Psicóloga especializada en Logoterapia. 

Estudié con el Doctor  Arturo Luna , 

quien fue a su vez discípulo de Viktor Frankl. 

Psicoterapeuta Certificada  por el World Council for Psychotherapy (Suiza).

Psicoterapeutas Certificados en Colombia

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