Muerte y duelo: 4 Principios sobre el duelo

La muerte de un ser querido parece una prueba imposible de superar.  

En un primer momento el mundo se convierte en un lugar hostil y despertar cada día se traduce en enfrentar la dolorosa ausencia del ser amado.

Si nos permitimos llorar, reconocer nuestro sufrimiento y recibir ayuda, llegará el día en que logremos redefinir el propósito de nuestra vida y esta pérdida sea parte de  quienes somos y nos motive a seguir adelante.  Porque el duelo es la evidencia de que hemos amado.

Cuatro principios sobre el duelo para el que sufre:

1. Está bien llorar

Llorar es muestra de valor y de la capacidad de reconocer que nos permitimos sufrir. El proceso del duelo nos confronta con la posibilidad de aceptar que puede haber vida y sentido, incluso en el sufrimiento.

Al permitirnos llorar podemos ponernos en contacto con nuestras emociones  dolorosas y descubrir poco a poco que podemos  darle un nuevo significado a nuestra vida y seguir viviendo.

Otras formas de expresar nuestro dolor y contactar con nuestras emociones pueden abarcar: compartir la historia de lo ocurrido, escribir un relato,  hacer cartas al ser amado o hacer dibujos o expresiones artísticas.

2. Cada duelo es único

Nadie está verdaderamente preparado para enfrentar un duelo, Elisabeth Kübler Ross, experta en el proceso de morir, explica que cada dolor es único y merece toda nuestra atención, pues nadie puede comprender el vacío, que siente otro ser humano tras una pérdida. La única forma de dar un lugar al dolor y volver a dar una mirada hacia los deseos de vivir es haber transitado por el duelo, reconociendo que no hay ningún duelo igual al otro, es personal y cada uno lo vivirá de su forma.

2. El duelo es un proceso duro pero necesario

El  duelo va a ser un proceso largo que  pasa por etapas. Estas según la clasificación de Kübler Ross van desde la negación, la ira, la negociación hasta la eventual aceptación y el aprendizaje a vivir a pesar de la perdida.  Sin embargo, pueden ser más las etapas y pueden ocurrir en ordenes diferentes.

El duelo es un proceso muy doloroso, porque se origina en una pérdida que verdaderamente nos afecta.  Es importante aprender a atravesar este camino en lugar de evadirlo. Si el duelo no se transita,  si insistimos en negar nuestro dolor y seguir adelante con nuestra rutina sin darnos el tiempo necesario, corremos el riesgo de que el duelo se alargue y termine convirtiéndose en una herida aún más difícil de sanar.

3. Hacer el duelo no es sinónimo de olvidar

Nos duele porque nos importa. El malestar que sentimos es la evidencia del amor que tenemos por la persona que ha partido. La muerte puede separarnos de la presencia del otro,  pero nunca podrá borrar el amor que nos unió. Al hacer un duelo, nos permitimos cerrar temas inconclusos y seguir adelante sin cargas innecesarias. No significa que olvidemos, significa que seguimos construyendo sentido alrededor de esta pérdida y de este legado.

Eventualmente, llegará un cumpleaños o la navidad y la pena regresará. Incluso otra muerte puede revivir un antiguo duelo. Regresará de repente  un recuerdo doloroso pero poco a poco lograremos darle un lugar a este testimonio que evidencia que en realidad hemos amado y confirmaremos, que  quien partió no nos ha abandonado del todo porque su recuerdo habita en nuestro interior. 

4. Esta bien recibir ayuda

Después de una pérdida, varias personas te ofrecerán su apoyo. Aunque puede haber un impulso inicial a aislarse, es recomendable volver a conectarse con el entorno y con las personas que nos ofrecen su ayuda.

Date un tiempo para ver qué necesitas y a quién puedes pedírselo. Aprovecha estos ángeles que están dispuestos a ayudarte. Tal vez quieras alguien que te invite a hablar de otro tema diferente al de la muerte, tal vez necesites alguien que te acompañe al banco o alguien que te ayude a darle un paseo a tu perro. No es necesario transitar este duro camino en soledad.

Sea lo que sea, que necesitemos, es posible que alguien cercano nos pueda ayudar y recibir su ayuda será fundamental para poder mirar hacia adelante. Así mismo podemos buscar a un terapeuta para que nos apoye.

Soy Mónica Puentes 
Psicóloga especializada en Logoterapia  y en Autobiografía Terapéutica.

Estudié con el Doctor  Arturo Luna , 

quien fue a su vez discípulo de Viktor Frankl. 

Psicoterapeuta Certificada  por el World Council for Psychotherapy (Suiza).

Psicoterapeutas Certificados en Colombia

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