Aprende a discutir
La vida en pareja es fundamental para la felicidad. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros no hemos aprendido a discutir. Aquí hay algunas pautas:
Contactar con las emociones, reconocerlas y así lograr mayor autocontrol. En medio de una discusión, cuando surge una emoción fuerte como la ira, habrá un cambio fisiológico. Reconocer estos cambios, como son: subida de temperatura, latidos más fuerte o un nudo en la garganta. Estos síntomas surgen antes de que reaccionemos, por lo que nos brindan un momento para decidir, cómo deseamos reaccionar.
Para esto es recomendable practicar frases como " en este momento, yo siento, en este momento yo quiero" y evitar el típico "nunca" o "siempre", que están encaminados hacia la crítica y no hacia la solución
Si no se logra un desarrollo mental, emocional y sexual. Si uno de las personas o ambas sienten constante malestar, miedo a expresar sus emociones, ansiedad, sufren violencia física o verbal y a pesar de los intentos esto persiste, es importante buscar asesoría.
Es mejor detener la discusión, cuando hay evasión, es decir, uno de los dos no escucha, cuando hay una actitud defensiva o si hay agresión. En estos momentos es mejor suspender la discusión y retomarla cuando ambas partes estén más serenas.
Para evitar muchos conflictos se puede llegar a acuerdos donde se valide a cada uno en sus habilidades particulares. Si cada uno tiene su espacio, no es necesario estar constantemente discutiendo. Esto es posible, si reconocemos que cada uno tiene sus propias virtudes. Así, por ejemplo, uno de lo miembros de la pareja puede asumir las compras y otro asesorar a los niños con sus labores.
Conociendo a la persona, estoy dispuesto a seguir o no con ella. A pesar de sus posibles defectos o justamente porque reconozco y acepto aquellos aspectos en los que no coincidimos. Es importante recordar, que el amor es aceptar al otro, a pesar de. Es decir, el amor es un acuerdo que se renueva a diario, pero que parte de la mutua aceptación.
Para que una relación de pareja funcione debe procurar un desarrollo mutuo a nivel intelectual, emocional y sexual. Si estos tres ámbitos no están funcionando, es hora de pedir ayuda. Así mismo, se requiere la intervención de un terapeuta cuando hay violencia, menosprecios, burlas, ofensas e irrespeto frecuente.
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Aprende a manejar los confictos
1. Todas las parejas discuten
Justamente porque estar en pareja es escribir una nueva historia donde se encuentran dos universos diferentes. Lo importante es reconocer que las discusiones son dolorosas y es por eso que necesitamos aprender herramientas para enfrentarlas.2. Hablar desde mis emociones.
Contactar con las emociones, reconocerlas y así lograr mayor autocontrol. En medio de una discusión, cuando surge una emoción fuerte como la ira, habrá un cambio fisiológico. Reconocer estos cambios, como son: subida de temperatura, latidos más fuerte o un nudo en la garganta. Estos síntomas surgen antes de que reaccionemos, por lo que nos brindan un momento para decidir, cómo deseamos reaccionar.
3. Expresarse desde el presente.
Para esto es recomendable practicar frases como " en este momento, yo siento, en este momento yo quiero" y evitar el típico "nunca" o "siempre", que están encaminados hacia la crítica y no hacia la solución
4. Saber si la relación necesita ayuda.
Si no se logra un desarrollo mental, emocional y sexual. Si uno de las personas o ambas sienten constante malestar, miedo a expresar sus emociones, ansiedad, sufren violencia física o verbal y a pesar de los intentos esto persiste, es importante buscar asesoría.
5. Escuchar y validar.
Escuchar al otro es un arte que requiere práctica y una vez que podemos establecer lo que siente, es importante validar sus emociones. Para que una discusión sea más amable, es útil partir de frases como "por lo que me dices, entiendo que tu te sientes preocupada, por..." y desde ahi encontrar un terreno donde haya un acuerdo básico.
Lee más sobre este punto en: Contención Emocional
6. Saber cuándo parar.
Es mejor detener la discusión, cuando hay evasión, es decir, uno de los dos no escucha, cuando hay una actitud defensiva o si hay agresión. En estos momentos es mejor suspender la discusión y retomarla cuando ambas partes estén más serenas.
7. Suelta el volante.
Para evitar muchos conflictos se puede llegar a acuerdos donde se valide a cada uno en sus habilidades particulares. Si cada uno tiene su espacio, no es necesario estar constantemente discutiendo. Esto es posible, si reconocemos que cada uno tiene sus propias virtudes. Así, por ejemplo, uno de lo miembros de la pareja puede asumir las compras y otro asesorar a los niños con sus labores.
8. Evaluar si es necesario buscar ayuda.
Conociendo a la persona, estoy dispuesto a seguir o no con ella. A pesar de sus posibles defectos o justamente porque reconozco y acepto aquellos aspectos en los que no coincidimos. Es importante recordar, que el amor es aceptar al otro, a pesar de. Es decir, el amor es un acuerdo que se renueva a diario, pero que parte de la mutua aceptación.
Para que una relación de pareja funcione debe procurar un desarrollo mutuo a nivel intelectual, emocional y sexual. Si estos tres ámbitos no están funcionando, es hora de pedir ayuda. Así mismo, se requiere la intervención de un terapeuta cuando hay violencia, menosprecios, burlas, ofensas e irrespeto frecuente.
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Psicóloga, Logoterapeuta, Especializada en Autobiografía Terapéutica.
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